Intenté alcanzarte sin que raspen las cenizas,
Me esforcé hasta ver un cuento infantil desilustrado,
me mareó en un constante carrusel delirando el horizonte,
descubrí mi aburrimiento en las letras de lo que no nombraba.
Me vendiste mariposas,
fugándose estaban mis duendes a tus higueras.
Prometí no arruinar con acuarelas malditas, estos lienzos del perdón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario