Se fue un redundantemente inmenso.
En su honor, debemos agarrar el blog, asesinar el "Me gusta", animarnos al escrito del impulso, a creer en la poesía a primera vista.
En honor a Rodrigo Luyo, debemos ametrallar los duendes burlones, atravesando las sombras con escupitajos errantes.
En honor a Rodrigo luyo, debemos despertar las musas y tratarlas como a señoras, antes de que tomen la forma de un reflejo maldito de nosotros mismos.
Debemos expulsar esos pestanéos que duran años.
No temer a la hoja en blanco, a escribir como un niño, a volver a nacer, a creer que el poeta nunca morirá.
Maximiliano Melchior. 24/2/2017
1 comentario:
Gracias por dedicarle un espacio a un poeta, a un ser humano, a Rodrigo Luyo, quien se merece mas de lo que tuvo indudablemente!!! Rodrigo, un interminable abrazo para ti desde lo mejor de mi humano ser!
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