Insomnio

A la hora del zaping de los capítulos de mi vida
En el que la poesía inspira sin papel y se escabulle al tomar la pluma.
Cuando se hizo muy tarde para empezar bien el día y los fantasmas no quieren asustar esta vida tan aburrida.
Recorro por las fabelas de la memoria y no encuentro aquel niño que sonreía.
El recuerdo ya me tiene sin cuidado, pero el tiempo, el impune tiempo cautiva mi presente (irrepetible) y llena un futuro de hambrunas y de fatigas.
Busco ese espejo maldito que me reemplaza cuando no estoy solo y no lo encuentro.
En lo profundo de mis pupilas, hay un sistema de planetas desbastados por lluvias de asteroides que impactaron cuando asomaba vida.
Ya todo es real, como una lagrima inadvertida, como la muerte del muerto, como la vida de algunos vivos.
Mi gasolina son las luces de neón de los sueños impropios que emanan del televisor, junto con la avaricia, el humor y la soledad...
Como estar en compañía de un bufón, hablador y mentiroso.
Como infinidad de replicas cada vez mas imperfectas de la realidad.
Como quien enseña a morir.

Maximiliano Melchior